
Se
trata de una imagen singular dentro del panorama escultórico mariano andaluz al
ser escasas las tallas medievales con dicha iconografía conservadas en nuestro
territorio. Representa una de las primeras manifestaciones plásticas
introducidas tras la conquista en una sociedad carente de imágenes antropomorfas
como era la musulmana. Supone además la pervivencia de una devoción y un culto,
estando documentada la advocación de Valme desde el siglo XVII, ligados al
emblemático lugar del cortijo de Cuarto donde se ubica su ermita. En este lugar
se celebraban las fiestas en honor a la imagen según consta en los siglos XVII
y XVIII, antecedente de la romería que comenzó a realizarse a finales del XIX y
continúa llevándose a cabo en la actualidad en el mes de octubre. Esta romería
ha sido registrada en el Atlas de Patrimonio Inmaterial de Andalucía en la
categoría de “rituales festivos”, por su relevancia histórica y cultural.
Los
problemas de conservación de la imagen se centran en la policromía, con
pérdidas de adhesión, pérdidas de materia y suciedad. La propuesta de
intervención va encaminada a conservar la estética actual de la imagen, ya que
es la que se establece, y por tanto arraigada en la memoria; y además es la
única que integra la totalidad de la obra.
El
proceso de conservación-restauración tendrá una duración estimada de tres meses
efectivos desde el depósito de la imagen en el IAPH, debiendo finalizar en todo
caso antes del día 23 de junio. Se ha constituido una comisión mixta de
seguimiento, integrada por seis representantes de la Hermandad y otros tantos
del Instituto, que se reunirá periódicamente para supervisar el desarrollo de
la intervención.
Foto: Diego Benítez