Antonio
Rendón. El ateneo sevillano ha programado una actividad literaria por las
calles de Sevilla a cargo del profesor de Lengua Castellana y Literatura José
María García Blanco.
La
salida de este callejero literario, tuvo su punto de encuentro en la
Iglesia de Santa Ana de Triana con un nutrido de personas, con su
libreto en mano y escuchando al profesor José María la historia de los
Machados. Concretamente en el barrio de Triana en la calle Pureza en el
1893 fallecía el padre de los Machados, Antonio Machado Álvarez, más
conocido por el seudónimo de “Demófilo” (Amigo del pueblo), además de todo esto
fue papa de Antonio y Manuel machado y de tres hijos más que por lo visto, no
se le dio muy bien escribir y son menos conocido.
Antonio
Cipriano José María Machado Ruiz, “Antonio Machado”. Nació el 26 de Julio de
1875 en el palacio de Dueñas, propiedad de los duques de Alba en Sevilla.
Fue el segundo de cinco hermanos de una familia liberal progresista. Allí
estuvo su estudio en la etapa destinada a vivienda arrendada, que vivió durante
una etapa de su vida en la contigua calle Gerona.
Fue
un poeta tardío de la generación del 98 y uno de sus miembros más
representativo. Su obra inicial suele inscribirse en el movimiento literario
denominado “Modernismo”. Antonio Machado es autor de versos bellos y de
lenguaje transparente. Su obra es un ejemplo de calidad humana y literaria de
amor y fidelidad a sus principios.
El
sábado día 22 de febrero se cumplió el 75 Aniversario de su muerte.
Francia 22 de febrero del 1939.
Y
siguiendo esta actividad literaria por Sevilla, que empezó por Triana y termino
en el palacio de las Dueñas, pasando por el Altozano, el callejón de los pobres
en la Magdalena y un sinfín de calle donde los Manchados tenía su historia.
Al
final el grupo se fotografió en la puerta de los jardines del palacio de la
Dueñas donde nació el poeta.
El
origen del nombre de “Las Dueñas”, se debe a un convento de mojas cistercienses
conocido como Santa María de Las Dueñas, que estaba en Frente del Palacio en la
acera de los pares. El objeto de este convento no era otro que
recoger a las señoras casadas mientras sus maridos se dedicaba a darse palos
con los moros y echarlos de España. De ahí viene el nombre de
“Dueñas”.
Foto: Antonio Rendón Domínguez