Víctor J. García Quintero. El pasado día 1 de noviembre se volvió a vivir un emotivo encuentro de un pueblo con su Virgen del Carmen.
Con la iglesia llena de feligreses alrededor de las andas de la Señora, partía la comitiva alrededor de las 10:30 de la mañana. Por primera vez, desde los comienzos de la Hermandad allá por los años 40, se desarrollaron los actos por la mañana.
A pesar de las malas previsiones metereológicas amaneció un día radiante, y como todos los años se pasó algo de calor. Ello propició que pudiéramos ver por primera vez a la Virgen con el manto de tisú de plata bordado en oro, que hasta ahora solo lo lucía para la salida procesional del mes de julio. También para la ocasión, lucía tocado de tisú de oro, realzando aún más la belleza de la imagen que tallara Antonio Eslava. Majestuosa en sus andas entre tonos de flores rosas y malvas, iba portada por sus costaleros y arropada por su pueblo, dando así comienzo su andadura hacia el cementerio parroquial de la Villa.
Cabe destacar la llegada a la Parroquia de San José Obrero, donde fue recibida por la Hermandad Sacramental y su párroco, quien dedicó emotivas palabras a la Santísima Virgen. Posteriormente el sacerdote se unió a la comitiva.
Tras este acto, se prosiguió el camino y siempre bajo el fervor de los fieles, alternándose el rezo del Santo Rosario, con cantos de alabanza hacia Nuestra Señora del Carmen.
Durante el recorrido se entregaron numerosos ramos y centros de flores a la Santísima Virgen.
Casi a las puertas mismas del cementerio, se le dedicó una emocionada ofrenda floral por parte de la asociación Mater et Magistra. Posee la Virgen la medalla de oro de dicha entidad, otorgada el mismo año en que se le impuso la Primera de Oro de la Villa. Como cada año, los niños esperan a que la Virgen se le pare en la puerta de dicha asociación.
En torno a las 12 del medio día y, con el cementerio totalmente abarrotado se procedió a celebrar el Solemne Funeral, donde se tuvo profundo recuerdo por todos nuestros difuntos.
Al término de la misa y acompañada de sus fieles y devotos, se procedió a la vuelta a su Parroquia de San Juan Bautista, donde como todos los años portan las andas las mujeres desde la puerta de la iglesia hasta el Altar Mayor, finalizando con la Salve Marinera. Se dio fin al acto pasadas las 13:30 horas, poniendo, de esta forma, broche final al ciclo de procesiones de este año en nuestro pueblo.
Así transcurrió la procesión y la segunda vez en que podíamos ver a Nuestra Señora del Carmen por las calles de su Villa. Procesión que con el nuevo cambio de horarios ha mejorado en todos los aspectos.
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