Beatificación de Madre María de la Purísima en el estadio de la Cartuja de Sevilla
Antonio Rendón Domínguez. En el Estadio de la Cartuja de Sevilla, se celebró la beatificación de la Madre María de la Purísima con la asistencia de más de 45.000 feligreses, hecho que engrandece a las humildes hermanas de la Cruz a la que pertenecía esta beata.
Es la segunda de las hermanas de la Cruz, en poco más de un siglo de existencia, que ha sido presidida por la imagen de la Esperanza Macarena, que ha salido por primera vez del casco histórico de Sevilla, en la cual las hermanas mantiene una estrecha vinculación con la Stma. Virgen, a cuya coronación asistieron como testigo.
La eucaristía estuvo presidida por el prefecto de la congregación para las causa de los santos, y representante del Papa, Ángelo Amato, que estuvo acompañado, a demás por el titular de la diócesis, Monseñor Juan José Asenjo, y los cardenales, Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla y Ruco Valera, arzobispo de Madrid y presidente de la conferencia Episcopal Española.
Lo que si quedo claro, al cardenal Amato fue la querida que son la Beata Madre María de la Purísima y las hermanas de la Cruz, en la cual estallaban los aplausos, cada vez que las nombrabas.